27 de diciembre de 2011

LA divina ociopedia recomienda: Los antiguos Astronautas



Hola mis queridos lectores que han sufrido por mi ausencia, pero ya saben como son  estas fechas; son mortales!!!! entre regalos comidas fiestas crudas, el cerebro no capta bien las ideas jajaja, pero me escape un ratito de todo esto y quise publicar este articulo que no es escrito por mi pero me resulto tan fascinante que tiene que estar en sus conocimientos a como de lugar, esta pagina te interesara si eres apasionado sobre ufologia y conspiraciones.

Este es el link de esta pagina en verdad se los recomiendo::




Este es un articulo de esta pagina (espero no tener pedos de derechos de autor) y pueden ver que este material si es hecho con investigaciones (muy raro por internet en estos tiempos) con pruebas contundentes, un trabajo que si le llevo bastante tiempo, lo que mas me gusto es que tiene buenos puntos sin la necesidad de paranoia todo objetivo y centrado, espero que les guste espero sus comentarios.....  
LA MARCA DE LOS DIOSES



El hecho de aceptar la hipótesis de visitas extraterrestres en un pasado lejano abre un amplio abanico de posibilidades de cómo  pudieron desarrollarse los acontecimientos a su llegada. Entre esas posibilidades, podríamos destacar que en algún momento dichos visitantes pudieron interferir premeditadamente en la evolución de nuestros antepasados. Hagamos un poco de prehistoria: el primer homínido, conocido con el nombre  Australopithecus (4 millones de años aproximadamente), dio lugar al Homo habilis (2,5 millones de años)  el primer espécimen del género Homo, al que pertenecemos los seres humanos modernos, los Homo sapiens sapiens. En algún punto de esta evolución de cuatro millones de años, es posible que alguno de nuestros ancestros haya podido ser manipulado genéticamente para servir a los propósitos de estos antiguos viajeros.

Todos los seres humanos formamos parte sin excepción de la especie Homo sapiens sapiens, existiendo a su vez distinta familias o razas  divididas inicialmente en cuatro grandes grupos: negroide, caucasoide, australoide y mongoloide, diferenciadas desde la prehistoria por diferentes motivos como podrían ser la climatología o la alimentación propicia de su área geográfica. En cualquier caso todos los genetistas inician el periplo de nuestra especie hace unos 143.000 años aproximadamente, basados en los estudios de una hembra Homo de procedencia africana, conocida popularmente como la “Eva mitocondrial”. De ella descenderíamos todos los individuos de las cuatro familias o razas citadas anteriormente, como sugiere la comparación del ADN mitocondrial de distintas razas y regiones que señalan claramente que todas las secuencias de este ADN tienen la misma envoltura molecular que la “Eva” africana. Las mitocondrias son unos elementos celulares que sólo pasan de la madre a las hijas, de la misma forma que el “cromosoma Y” sólo se transmite de varón padre a varón hijo. Y he aquí un gran punto de confrontación en la comunidad científica, pues también existe un “Adán cromosoma Y” de origen africano que a pesar de que asimismo prueba de manera irrefutable que todos descendemos de él, no coincide en el tiempo con “su Eva”. Para “ella” se ha estimado una antigüedad  aproximada de 143.000 años, mientras que a su supuesto “Adán” se le estima su existencia hace unos 59.000 años. Mucho tiempo de diferencia sin duda para que tan singular parejita  a la vez, se proclamaran como nuestros primeros abuelos.

No hay un punto de acuerdo, pero algunos investigadores como el profesor Peter Oefner de la Universidad de Stanford justifican esta contradicción de la siguiente manera:

“…Hace 59.000 años, un solo cromosoma Y empezó a predominar. Todavía podemos verlo en algunos de los actuales habitantes de Sudán y Etiopía. Todos los demás cromosomas Y que venían de los tiempos de Eva, 84.000 años antes, se acabaron perdiendo. La razón de esto podría ser la selección sexual, es decir, que las mujeres preferían sistemáticamente a un tipo de hombres que tendían a llevar el nuevo cromosoma. O quizá esos hombres tenían alguna ventaja selectiva en la caza o en la lucha…”

Dicho de otra manera, en algún momento y por razones desconocidas una mutación dotó a un tipo particular de macho de la especie Homo Sapiens, de una aureola a mitad de camino entre la sensualidad de Rodolfo Valentino y las manitas de MacGyver, que encandiló a todas las hembras hasta el punto de poner de “patitas en la calle” a los que habían sido hasta el momento sus vetustos, primitivos y peor dotados compañeros, condenándoles cruelmente a una abstinencia sexual de por vida, y demostrando hasta el día de hoy quién lleva realmente los pantalones en la cueva, perdón, digo… casa.

Si no fuera así, ¿tuvo algo que ver en ese desencuentro entre “Adán y Eva” la posibilidad que barajábamos inicialmente de una hipotética intervención extraterrestre?

Según los paleontólogos y genetistas, hace unos 70.000 años los descendientes primero de “Eva”  y después de “Adán” emigraron rumbo a Asia y Oriente Medio desde las tierras de África, para posteriormente dirigirse hacia Europa  y América del Norte, saltando de Siberia a Alaska, para proseguir hacia el sur y completar el dominio de todo el continente americano.

¿70.000 años es tiempo suficiente según la teoría evolucionista para conformar todas las diferencias físicas existentes entre las diferentes familias o razas de la especie Homo sapiens sapiens? ¿Cabe la posibilidad de una manipulación genética para diferenciar o acentuar determinadas características físicas y hacerlas más distinguibles las unas de las otras?

¿Por qué crearon los dioses al hombre según todas las tradiciones de la antigüedad?


“…Tomó, pues, Dios al hombre, y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase…” (Génesis 2:15)

"…Yo he creado al genio y a la humanidad sólo para que me adoren…" (Corán 51:56)

“…Engendraré un primitivo humilde; -hombre- será su nombre. Crearé un trabajador primitivo; él se hará cargo del servicio de los dioses, para que ellos puedan estar cómodos…”  (Epopeya de la Creación – antigua sumeria)

“… ¡Ya se acercan el amanecer y la aurora; hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Así, pues, probemos a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. Así dijeron…” (Popol Vuh –  tradición maya sobre la creación del hombre)

Repasando estas citas de antiguos libros sagrados de diferentes culturas, el origen y la causa principal de que los dioses crearan al hombre fue pura y simplemente por conveniencia e interés. Nuestro único propósito no fue otro más que la necesidad de poseer unos meros operarios serviles y obedientes al servicio exclusivo de las supuestas divinidades y con derecho sobre sus bienes y destinos. Este sentido de la propiedad y exclusividad que los dioses tenían sobre el conjunto de la humanidad, ¿no les llevaría a diferenciar físicamente a unos humanos de otros como nosotros marcamos el ganado con algún tipo de señal o marca?

Los mandamientos y preceptos de todas las antiguas religiones siempre condenaron el mestizaje entre personas de distintas etnias y religiones por ser un acto impuro, constituyendo no pocas veces un castigo que costaba la vida. Era una violación de las órdenes de su dueño y señor, su dios, porque entre otras cosas eran “su” pueblo elegido. ¿Genética y religión pudieron ser la marca que los dioses impusieron a sus rebaños humanos?

No puedo por menos que recordar la figura de un investigador español, tachado la mayoría de las veces de radical e histriónico a la hora de tratar el origen de las religiones y la relación de los humanos con sus dioses. Me refiero al ex-jesuita Salvador Freixedo que siempre ha denunciado públicamente el papel de estos mismos “dioses”, que nada tienen que ver con el concepto de Dios que él tiene y en el que cree. Pues bien, en su libro “Defendámonos de los Dioses”, relata un claro ejemplo del sentido de la propiedad y del servilismo exigido por parte de estos dioses a sus “rebaños humanos”.  Expone el paralelismo entre dos pueblos distanciados en el espacio y en el tiempo, como son los hebreos por un lado y los aztecas por otro. En el primero de los casos, Yahvé, el dios de Israel, ordena a su pueblo abandonar Egipto y marchar en dirección a una tierra prometida. Del mismo modo, Huitzilopochtli, el dios de los mexicas, también ordena la marcha de toda su gente camino de otra tierra prometida más al sur de donde se encontraban asentados inicialmente, la mítica tierra de Aztlán.

Freixedo describe así la figura de estos dioses: “…La personalidad de Yahvé era muy parecida a la de Huitzilopochtli. Ambos querían ser considerados como protectores y hasta como padres, pero eran tremendamente exigentes, implacables en sus frecuentes castigos y muy prontos a la ira…”.

El éxodo emprendido por los israelitas les llevaría a peregrinar por el desierto durante 40 años, enfrentándose a todo tipo de calamidades y luchas con otros pueblos que encontraron en su camino, corriendo ríos de sangre.  Mucho más largo fue el camino recorrido por los aztecas o mexicas, tanto en la distancia como en el tiempo empleado, más de dos siglos de sufrimiento y calvario, y donde la sangre también fue protagonista indiscutible. A su vez, ambos pueblos fueron acompañados físicamente por “su pastor” o dios. En el caso de Yahvé en forma de nube por el día y columna de fuego y humo por la noche. Mientras, Huitzilopochtli dirigía a su rebaño desde el cielo en forma de una gran “águila blanca”. Del mismo modo, tanto uno como  otro establecieron las órdenes oportunas con todo tipo de detalles para que transportaran un “cofre o arca” que facilitase la comunicación con sus respectivas castas sacerdotales y que, al establecerse en algún lugar durante un tiempo más prolongado de lo normal, construyesen un templo para alojar y resguardar el “cofre o arca”.

Tampoco pasa por alto Salvador Freixedo que Yahvé y Huitzilopochtli abandonasen a sus respectivos rebaños en unos momentos históricos decisivos, la ocupación por parte de Roma  de las tierras que prometió a los israelitas y la conquista española  del imperio azteca. Los Templos de Jerusalén y Tenochtitlán, el ejemplo más claro de la comunión entre los dioses y sus pueblos, nunca más recuperaron su esplendor. ¿Acaso cambiaron de dueño los pueblos hebreo y mexica o cambió la ética de los dioses sobre la propiedad de especímenes humanos?

Hoy en día la manipulación genética se encuentra en plena expansión, las diferentes industrias la emplean en función de las necesidades de producción, abarcando desde el control de plagas en la agricultura a la eliminación de enfermedades hereditarias de padres a hijos. Sus límites vienen determinados por la ética imperante del momento en nuestra sociedad, sobre todo, aquello que relacione la manipulación con el ser humano, como su clonación o modificación, es decir, la creación se seres humanos a la carta.

Sólo cabría preguntarnos si una civilización extraterrestre tendría la misma ética a la hora de manipular genéticamente a otra especie en pleno proceso evolutivo, para poder servirse de ella y afianzar su comodidad y prosperidad. La respuesta tendríamos que encontrarla en nosotros mismos, en las modificaciones llevadas a la práctica sobre ratones, cerdos, ovejas o monos, e incluso de una forma más oculta, sobre propios seres humanos. ¿No estamos jugando ya a ser dioses? ¿Marcaremos nosotros también en un futuro no muy lejano a especies de nuestra creación?

EL AUTOR es investigador de la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres sobre la cual ha escrito numerosos artículos para diferentes publicaciones electrónicas. En la actualidad es editor de la Web “Paleoastronáutica.com”, heredera de la ya desaparecida “Egipto Oculto, la Tierra de los Dioses”.

© Carlos E. Casero, 2007 – Derechos reservados.



15 de noviembre de 2011

El lado obscuro de Guantànamo según wikileaks

Estados Unidos cometió abusos contra presos en Guantánamo, confirman 759 informes secretos filtrados por Wikileaks, los cuales revelan que 60 por ciento de reos fueron llevados a esa prisión, ubicada en Cuba, sin tener ningún vínculo con la yihad (guerra santa).


Los archivos, de febrero de 2002 a enero de 2009, fueron revelados de manera simultánea por varios medios estadounidenses y europeos, entre ellos The New York Times, The Washington Post, la Radio Pública Nacional, The Guardian, The Daily Telegraph, El País, Le Monde, Der Spiegel y La Repubblica. 


El gobierno de Estados Unidos deploró la divulgación y reconoció que los reportes fueron escritos con información de 2002 y 2009. 


Los casos de la mayoría de los prisioneros -758 de 779- son descritos en detalle en memorandos que la Fuerza de Tarea Conjunta en la bahía de Guantánamo envió al Comando Sur de Estados Unidos en Miami, Florida. 


Los documentos registran lo que los detenidos llevaban en sus bolsillos y hasta su estado de salud. Asimismo, la serie de interrogatorios a que fueron sometidos, las infracciones en la cárcel y los comentarios realizados entre ellos durante años de reclusión en la prisión creada por George W. Bush en enero de 2002 y que su sucesor, Barack Obama, prometió cerrar, lo que no ha hecho hasta el momento. 


DETENIDO DE ALTO VALOR 


Según Wikileaks, Abu Zubaydah, supuesto detenido de "alto valor" secuestrado en Pakistán en marzo de 2002, quien pasó cuatro años y medio en prisiones secretas de la CIA, incluidas de Tailandia y Polonia, fue sometido en 83 ocasiones a la técnica de tortura conocida como waterboarding (submarino), forma controlada de asfixia por ahogamiento, mientras se encontraba bajo custodia de la CIA, en agosto de 2002. 


En lo que podría convertirse en un problema para Estados Unidos y los aliados que intentan sacar del poder al líder libio Muamar el Gadafi, los archivos revelan que un entrenador de los rebeldes libios tiene vínculos más estrechos con Al Qaeda de lo que se pensaba. 


Abu Sufian bin Qumu se dedicó dos décadas a actividades extremistas antes de que se entrenara en dos campos de Al Qaeda. Participó en la lucha de los talibantes contra la Unión Soviética y la Alianza Norte, y fue conductor de Osama Bin Laden en Sudán, según la Radio Pública estadunidense. 


Estuvo detenido seis años en Guantánamo antes de que Estados Unidos lo entregara a autoridades de Libia en 2007, a pedido de Gadafi, agregó el reporte. Las autoridades libias lo dejaron en libertad el verano pasado, señaló Afp. 


Entre los casos de inocentes encarcelados el New York Times destaca la historia de un pastor afgano llamado Sharbat, capturado cerca de un camino donde explotó una bomba. Los analistas de Guantánamo confirmaron que su historia era consistente, que sabía de pastoreo y que ignoraba todo acerca de "conceptos políticos y militares". Aun así un tribunal militar lo declaró"enemigo combatiente" y en 2006 lo mandaron de regreso a Afganistán. 


Los documentos pueden ser consultados en  http://wikileaks.ch/gitmo/ 






GUANTÁNAMO 


La Base Naval de la Bahía de Guantánamo (en inglés:Guantànamo Bay Naval Base o Gitmo) es un territorio y base militar que los Estados Unidos usurpa en Cuba. Es decir que Cuba conserva su soberanía sobre la base y la considera un territorio ocupado porque USA se niega a poner fin al arriendo haciendo valer el Tratado cubano-estadounidense de 1903, que impuso espúrias condiciones a los cubanos tras la intervención militar de EEUU en la Isla. Para el Gobierno cubano, el territorio de la base es parte del Municipio de Caimanera, en la Provincia de Guantánamo. 


La base naval estadounidense de aproximadamente 117,6 km2 (49,4 Km2 de tierra firme y el resto de agua y pantanos), es conocida por su prisión militar para prisioneros supuestamente vinculados a grupos terroristas islámicos. En Washington DC, el 11 de enero de 2009, el presidente electo de USA, Barack Obama, ratificó su compromiso electoral de cerrar la cárcel de la base naval estadounidense de Guantánamo, aunque señaló que llevaría tiempo. “Es mucho más difícil de lo que mucha gente cree”, manifestó Obama al canal ABC. 


El 22 de enero de 2009, 2 días después de la toma de la presidencia por parte de Obama, el Centro Penitenciario de Guantánamo fue cerrado. Sin embargo, 4 meses después anunció el restablecimiento de la prisión. M 


En los documentos de Wikileaks, que El País tuvo acceso, junto con otros medios internacionales y a través de Wikileaks, a las fichas militares secretas de 759 de los 779 presos que han pasado por la prisión, de los cuales unos 170 siguen recluidos: Guantánamo creó un sistema policial y penal sin garantías en el que solo importaban dos cuestiones: cuánta información se obtendría de los presos, aunque fueran inocentes, y si podían ser peligrosos en el futuro. 


Ancianos con demencia senil, adolescentes, enfermos psiquiátricos graves y maestros de escuela o granjeros sin ningún vínculo con la yihad fueron conducidos al presidio y mezclados con verdaderos terroristas como los responsables del 11-S.


Las tripas de la cárcel quedan recogidas en 4.759 folios firmados por los más altos mandos de la Fuerza Conjunta de la base y dirigidas al Comando Sur del Departamento de Defensa en Miami. 


SISTEMA CREADO AL MARGEN DE LAS LEYES 


La radiografía de una prisión creada por George W. Bush en 2002 al margen de las leyes nacionales e internacionales llega en un mal momento para el presidente, Barack Obama. Cerrar el penal fue su primera promesa tras asumir el cargo en enero de 2009. El anuncio, hace un mes, de que reanudaría los juicios en las comisiones militares fue el reconocimiento de su fracaso. 


Los informes, fechados entre 2002 y 2009, que en la mayoría de los casos tienen como finalidad recomendar si el preso debe continuar en el penal, ser liberado o trasladado a otro país, documentan por primera vez cómo valoraba EE UU a cada uno de los internos y lo que sabían de ellos. Revelan un sistema basado en delaciones de otros internos, sin normas claras, basado en sospechas y conjeturas, que no necesita pruebas para mantener a una persona encarcelada largo tiempo -143 personas lo han estado más de nueve años- y que establece tres niveles de riesgo que se definen con apenas una frase. 


El más alto solo implica que la persona “probablemente” supone “una amenaza para EE UU, sus intereses y aliados”; el medio, que “quizá” lo suponga; y el bajo, nivel en el que aparecen catalogados presos que han estado ocho y nueve años en la prisión, que es “improbable” que sea un riesgo para la seguridad del país. 


Hay casos, según revelan los informes secretos, en los que ni siquiera el Gobierno de EEUU sabe los motivos por los que alguien fue trasladado a Guantánamo, y otros en los que ha concluido que el detenido no suponía peligro alguno: un anciano de 89 años con demencia senil y depresión que vivía en un complejo residencial en el que apareció un teléfono por satélite; un padre que iba a buscar a su hijo al frente talibán; un mercader que viajaba sin documentación; un hombre que hacía autostop para comprar medicinas. 


EE UU determinó que 83 presos no suponían ningún riesgo para la seguridad de la nación, y de otros 77 se reconoce que es “improbable” que sean una amenaza para el país o sus aliados. El 20% de los presos fue conducido al penal de forma arbitraria según las propias valoraciones de los militares estadounidenses. 


Si a ese dato se añade el de aquellos que solo “quizá pudieran entrañar un peligro, 274 en total, se concluye que EE UU no ha creído seriamente en la culpabilidad o amenaza de casi el 60% de sus prisioneros. Se encarcelaba a los presos fundamentalmente para “explotarlos”, según su propia terminología; por si sabían algo que pudiera ser útil. 


Guantánamo es una cárcel, pero la prioridad no es imponer sanciones por delitos cometidos. Solo siete presos han sido juzgados y condenados hasta el momento: seis en las comisiones militares de la base y uno en un tribunal civil de Nueva York. Lo que se pretende fundamentalmente, según muestran los informes, es obtener información a través de los interrogatorios. Uno de los dos parámetros que se maneja para decidir si se puede liberar o no a un preso es precisamente su “valor de inteligencia”, según la terminología empleada en las fichas secretas. 


La prisión funciona como una inmensa comisaría de policía sin límite de estancia y en la que la duración del castigo no es proporcional al supuesto hecho cometido. Las fichas secretas muestran a unos reclusos tratados como presuntos culpables que deben demostrar no solo su inocencia sino su falta de conocimiento sobre Al Qaeda y los talibanes para obtener la libertad. El único delito que las autoridades adjudican a algunos de ellos ha sido tener un primo, amigo o hermano relacionado con la yihad; o vivir en un pueblo en el que ha habido ataques importantes de los talibanes; o viajar por rutas usadas por los terroristas y, por lo tanto, conocerlas bien. 


A pesar de su empeño en obtener información en la lucha contra el terrorismo, nueve años y tres meses después de la apertura de Guantánamo los informes secretos revelan que solo el 22% de los presos ha presentado un nivel de interés alto para los servicios de inteligencia de EE UU. En el 78% restante, el valor informativo de los presos era medio o bajo, según reconocen los propios militares. 


Los detenidos vieron las caras de muchos interrogadores: militares, agentes de la CIA y policías de sus propios países que desfilaron en secreto por sus celdas, entre ellos españoles, y les tomaron declaración esposados y encadenados por una argolla al suelo. La actividad en los campos de entrenamiento terrorista en Afganistán, los experimentos con explosivos, la fijación de los yihadistas por conseguir la denominada “bomba sucia”, el trato y cercanía a Osama Bin Laden, Al Zahawiri o el mulá Mohamed Omar eran objetivos prioritarios. Un reloj Casio F91W en la muñeca de un preso se consideraba prueba suficiente de que había recibido formación de explosivos. 


Los documentos revelan nuevos detalles sobre los 16 detenidos de alta seguridad relacionados con los atentados del 11-S. El cerebro de la masacre, Khalid Sheikh Mohammed, ordenó en 2002 a otro preso del penal un ataque suicida contra el entonces presidente de Pakistán, Pervez Musharraf. En realidad se trataba solamente de una prueba de su disposición a “morir por la causa”. 


LA PALABRA TORTURA NO APARECE EN LOS DOCUMENTOS 






Los expedientes no especifican qué métodos se usan para obtener la información en el penal. La palabra tortura apenas aparece en los casi ochocientos documentos. Sin embargo, lo que sí aparece son las delaciones que la mayoría de ellos arrojan sobre sus antiguos compañeros de lucha y que se suman por cientos. 


En cada expediente suele haber un apartado bajo el epígrafe “Razones para continuar la detención”. Si el propio recluso no admite haber jurado lealtad a Bin Laden o haber luchado contra Estados Unidos en las montañas de Tora Bora, son sus propios compañeros quienes aparecen con nombres y apellidos delatándole o identificándole. La lista de delatores va desde la jerarquía más alta a la más baja de los extremistas. 


Pero en ningún momento se informa de en qué circunstancias los presos han admitido su supuesta culpa o incriminado a otros. A veces, un preso declara sufrir tortura, pero el propio redactor del informe se encarga de afirmar que esa declaración no tiene ninguna credibilidad. A algunos, sin embargo, no había manera de arrancarles información. “Estoy preparado para estar en Guantánamo 100 años si es necesario, pero no revelaré información”, espetó el kuwaití Khalid Abdullah Mishal al Mutairi a sus interrogadores. 


Los informes son textos fríos, de prosa funcionarial. Apenas se detienen en cuestiones personales como los intentos de suicidio, el estado de salud o las huelgas de hambre y, en el caso del rosario de presos con enfermedades psiquiátricas, uno de los rostros más retorcidos de Guantánamo, se limitan a constatar si, a pesar de su trastorno (acompañado muchas veces de múltiples intentos de quitarse la vida), puede ser útil seguir haciéndoles preguntas. 


Al afgano Kudai Dat, diagnosticado de esquizofrenia, trataron infructuosamente de hacerle un interrogatorio final a pesar de que había sido hospitalizado con síntomas agudos de psicosis. Cuando mejoró lo llevaron ante el polígrafo, provocando de nuevo alucinaciones en el enfermo, según un informe psiquiátrico de la prisión. Su pronóstico a largo plazo era “pobre”. Pero, a pesar de la ficha médica, la autoridad militar aseguraba que fingía los ataques de nervios y se recomendó mantenerlo en la base. Pasó cuatro años encerrado. 


Los documentos son extremadamente protocolarios, pero por debajo del lenguaje administrativo se vislumbran informaciones que aportan un retrato de las condiciones de vida en el presidio. Cuando se habla de la conducta del detenido, por un lado se registran las infracciones disciplinarias y por otro las agresiones. Cualquier incidente se hace constar sin apenas detalles: “Inapropiado uso de los fluidos corporales, comunicaciones desautorizadas, daño sobre las propiedades del Gobierno, incitar y participar en disturbios de masa, intento de ataques, ataques, palabras y gestos provocativos, posesión de comida y contrabando de objetos que no son armas…” 


Todo se contabiliza y registra. Pero tan solo se aporta información concreta sobre el último incidente disciplinario. Y es ahí, precisamente, en ese pasaje fugaz de apenas un renglón, donde aparecen destellos de la dura vida en Guantánamo: la mayoría de los presos han lanzado orina y heces a los vigilantes. Nunca se especifica cuál es el castigo que sufren por esas acciones ni en qué contexto se perpetraron. 


Otros reclusos han sido expedientados por cubrir la ventilación de su celda con papel higiénico, devolver un libro a la biblioteca subrayado o con marcas, rechazar la comida o negarse a salir de la ducha. 


POR QUÉ ESTÁN PRESOS 


Las fichas ofrecen además una breve biografía de casi todos los hombres que han pasado por las celdas de Guantánamo. La gama de motivos que les llevaron a participar en la yihad o a tener vínculos con redes islamistas es muy variada: abarca desde el saudí que se comprometió con la causa tras ver un vídeo donde se mostraban las tropelías que los rusos cometieron contra los musulmanes en Chechenia pasando por el francés que viajó a Afganistán para continuar sus estudios del Islam y vivir en un Estado puramente islámico hasta el saudí que, deseoso de encontrar una esposa, entró en un campo de entrenamiento con la esperanza de adelgazar. 


“En el verano de 2001, un hombre sugirió al detenido viajar a Afganistán para cumplir con sus obligaciones religiosas durante dos meses. El régimen de entrenamiento físico le brindaría también la oportunidad de perder peso”, asegura la ficha de Abdul Rahman Mohammed Hussain Khowlan. 


De la documentación no solo se extraen conclusiones sobre la motivación que llevó a tantos hombres a Kabul, Kandahar o a las montañas de Tora Bora. También es posible dibujar un perfil con los puntos en común de la mayoría. Da igual que tuvieran nacionalidad de algún país europeo, argelina, yemení o filipina. 


Antes de entrar en la prisión estadounidense, muchos viajaron constantemente a través del mundo árabe-musulmán. Abundan los relatos de hombres que cruzan la frontera de Pakistán a Afganistán a pie o que se citan con otros activistas en una mezquita de la ciudad paquistaní de Lahore. Las fichas explican también cómo los islamistas se apoyan entre sí a través de una red de puntos de encuentro -seis de los siete franceses detenidos pasaron por una casa de huéspedes, a la que denominan “de los argelinos”, en la ciudad afgana de Jalalabad-, del dinero que les proporcionan miembros de la red -los documentos mencionan que muchos detenidos son arrestados con 10.000 dólares, la cantidad típica que Al Qaeda entrega a sus activistas-, o de organizaciones de caridad como Al Wafa que, según las autoridades de EE UU, contribuyen a financiar las actividades terroristas. 


Pero en muchas ocasiones el hecho de viajar por la zona se convierte en una actitud sospechosa que envía sin más al penal a decenas de personas. En una nota de apenas dos páginas se relata el paso de Imad Achab Kanouni por Alemania, Albania, Pakistán y Afganistán. 


En el apartado de razones para justificar su estancia en Guantánamo, se le acusa de no haber podido explicar las condiciones de su viaje a Afganistán. No hay ni una sola prueba que le incrimine. A pesar de ello, el general Geoffrey Miller -responsable también de la prisión iraquí de Abu Ghraib- recomienda su permanencia en la prisión. 


El Pentágono ha redactado un comunicado en el que lamenta la publicación de los documentos secretos por su carácter sensible para la seguridad de EE UU. 

11 de noviembre de 2011

Lo que siempre quisiste saber pero jamas te atreviste a preguntar sobre "El infierno"

Hola mis queridos lectores alguna vez se han preguntado que pasaría si llegara nuestro día y nos portamos muy mal durante el resto de nuestra vida? Bueno pues el infierno sera el lugar donde tendrás tu boleto de entrada anticipada
 Pero que es el Infierno, por que existe y como sabemos eso ¿alguna vez se han preguntado?; el siguiente tema habla de el; estas son algunos significados tanto científico como Teóricos, los conocimientos en ciertas culturas, el pretexto para mantener ala sociedad en raya  o  como debemos de tener el criterio para no influenciarnos de lo que dicen las peliculas de Hollywood, la biblia o la catequista de la iglesia, de esa tierra que no queremos ir... 
Etimológicamente la palabra "infierno" viene del latín "infernus", que se relaciona con "inferior" en el sentido de un lugar tradicionalmente ubicado bajo la tierra o dentro de ella; y en lo referente a la fe, según la traducción de la Enciclopedia Católica, es un lugar "oscuro, escondido y alejado de Dios". La representación más conocida del infierno es la que Dante Alighieri imaginó en "La Divina Comedia", con nueve círculos con distintos castigos en función de la gravedad del pecado cometido, muy en la línea de la visión helénica del Hades, un infierno escondido tras la laguna Estigia. 
Pero la idea de este lugar no es exclusiva de la religión cristiana, sino que otras creencias la han desarrollado: sin ir más lejos, los otros dos grandes cultos monoteístas tienen su propio Averno, el "Sheol" en los inicios del judaísmo, más vinculado a la "oscuridad tras la muerte" que a un castigo por las malas acciones, mientras que en el Corán existen múltiples referencias. En la antigüedad también se temió al infierno: así, los egipcios describían en el "Libro de los muertos" algunos rituales para salvar al difunto; existen también representaciones del juicio a los muertos en presencia de Anubis, que escoltaba las almas y las protegía de Osiris. En las culturas precolombinas también existió el infierno: para los mayas Ah Puch era el dios de la muerte, su regente, con cabeza de calavera y el cuerpo en descomposición, muy en la línea del dios azteca de la muerte, Mictian. 

El infierno, el Hades o el Sheol fueron las metáforas que, de manera gráfica, trataron de explicar una actitud y un punto de vista determinado. Basado en el análisis psicológico, se asume al infierno como un estado en donde «se entra por voluntad propia» al igual que el Paraíso, en otras palabras, es un estado emocional y punto de vista accedido por el libre albedrío explicando así los estados agónicos o de perpetuo dolor y sus contrapartes de placer y bienestar que experimentan los seres humanos, expresados como emociones. En épocas antiguas, la mejor forma de ejemplificar algo era de forma gráfica; lo hacía fácil de comprender para muchos.
Basados en los criterios, experiencias y enseñanzas de cada uno, el infierno tiene muchos puntos de vista o perspectivas, ya que lo que podría ser considerado como loable para unos, para otros sería deplorable y viceversa. Estos puntos de vista discreparían en distintos lugares y tiempos, un ejemplo de ello se ve en los primeros años del cristianismo. Existían muchas acciones consideradas como herejías, señalando un estilo de vida muy específico a seguir para alcanzar la gloria. Dentro de este contexto, se señalaba a cualquiera que pecaba o no seguía el camino señalado, como condenado al Averno (infierno), ya que se enseñaba concretamente (no adecuado en sí) qué era bueno y qué era malo.
Desde este punto de vista, el hombre se enfrenta a demonios y llega a acceder al infierno basado en sus criterios, pero los demonios actuales son la emociones negativas, entre las más relevantes: la depresión, ansiedad y desesperación (entre otras); se puede citar muchas más que nos llevan al punto agónico (el infierno en sí, en forma literal), que es cuando no vemos la salida a un problema en particular. Además, el infierno puede ser tomado o interpretado de diferentes maneras según la religión o ideología de las personas. Se podría decir que el infierno es el recóndito pensamiento y arrepentimiento que nos creamos por las mala acciones que llegamos a hacer en algún momento.

Todo empieza en la civilización egipcia, en donde se establece por primera vez la idea de un más allá, con su recompensa y su castigo, teniendo en cuenta que es en "El libro de los muertos" donde se detalla minuciosamente el proceso de transición de un mortal al más allá. Los egipcios son los primeros en establecer la idea del Juicio Final, la cual posteriormente influyó en todas las civilizaciones que tenían tratos económicos, sociales, políticos y militares con el Egipto faraónico y que más tarde influyó notablemente en la civilización occidental en su idea infernal y diabólica. El proceso del juicio egipcio era que el fallecido antes de ser juzgado por Osiris tenía que atravesar lagos en llamas, desiertos espantosos y cocodrilos voraces, tras llegar a Osiris y ser sometido a juicio, si era declarado culpable, era entregado a Seth, el cual lo arrojaba a las fauces de Amunt, una especie de cocodrilo gigante, y era en sus entrañas donde el alma del desafortunado sufría innumerables tormentos hasta la eternidad. 

En el cristianismo
La teología cristiana ha discutido la noción de «infierno» a lo largo de su historia. En un tiempo no hubo duda de que se trataba del lugar en el que se castiga eternamente a los pecadores, en el que los tormentos no podían ser conmutados.
Llegado el cristianismo y ya instaurado como religión oficial, los primeros cristianos apenas mencionan el infierno hasta que en el siglo IV San Agustín, padre de la iglesia actual, en su libro "La Ciudad de Dios" habla de castigos y cita que son los pecados sexuales los que principalmente llevan al infierno y donde surgen ideas tan peregrinas como que los niños no bautizados no van al cielo.

En el catolicismo
La teología catolica ha discutido la noción de «infierno» a lo largo de su historia. En un tiempo no hubo duda de que se trataba del lugar en el que se castiga eternamente a los pecadores, en el que los tormentos no podían ser conmutados.  es el mismo Cristo quien refiere con más insistencia la existencia del infierno y que muchos serán los condenados. Aunque cree que el número de condenados será pequeño en comparación con el de todos los seres humanos nacidos desde la Creación, para los condenados -ya sean cien, mil, diez mil o más- el castigo será eterno. También sostiene que la gran mayoría de los sacerdotes en la Iglesia Católica trata de restarle importancia al infierno y a la condenación eterna por no asustar a sus feligreses
Hay consenso en creer que no es Dios quien «envía» al hombre al purgatorio o al infierno, sino que es el hombre mismo (por las actitudes y obras que vivió en su tiempo de existencia terrena), quien decide libremente su destino final;9 si ha creído en Jesús y vivido piadosamente el cielo le esperará, si ha cometido pecados no confesados y necesita purificación para acceder al cielo, ella misma pedirá un tiempo en el purgatorio para purificarse y entrar a la gloriosa presencia de Dios, limpia; y si ha vivido en enemistad con Dios, con los demás y consigo misma, ella misma pedirá el destino que le corresponde como fruto de sus acciones y creencias.

En el protestantismo
En el protestantismo el infierno es presentado como un lugar de castigo y separación eterna de la presencia y gloria de Dios. La concepción antropológica de la teología protestante presenta a todos los hombres condenados desde su nacimiento (por el pecado original) a sufrir esta separación eterna y por tanto necesitados absolutamente de la misericordia de Dios para poder restablecer la relación con Dios, es decir, ser salvados mientras viven en este mundo. La adquisición de esta salvación es entendida como un regalo de Dios a aquellos hombres que se arrepienten de sus pecados y creen de corazón
Testigos de Jehová
El infierno de fuego nunca ha sido parte de las doctrinas de los Testigos de Jehová afirmando que el creer en ello sería difamar a Dios al contradecir el hecho de que Jehová es un Dios de amor. Afirman que la idea del infierno es precristiana y proceden de la mitología de Mesopotamia. Los Testigos de Jehová creen que el infierno es una traducción del griego Hades (el equivalente del Sheól hebreo), que para ellos es el sepulcro común de la humanidad y no un lugar de castigo y tormento.
Mormones
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días predica que el infierno es un lugar preparado desde la fundación del mundo y en el hay almas no encuentran descanso y están en estado de miseria y lamentación, conscientes de su estado caído y ruina espiritual. Es una especie de cárcel de "espíritus inmundos". Aún en este estado, el infierno es visitado y ministrado por ángeles que preparan a aquellas almas que tienen opción para la segunda resurrección y el juicio final.
Adventistas
Según la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el infierno no existe como un lugar físico en el que los perdidos sufren por la eternidad. Tal interpretación se basa en la secuencia de acontecimientos proféticos relatados en el capítulo 20 del libro de Apocalipsis, los que describen de qué manera el infierno será el modo que se utilizará para infligir una decisiva y final derrota al mal (la segunda muerte), describiéndolo como un fuego del cielo y un lago de fuego, al cual serán echados Satanás y sus seguidores. Para esta denominación los muertos permanecen en un estado inconsciente hasta la segunda venida de Cristo, momento en el cual serán resucitados. Esta creencia crece entre miembros de otras Iglesias protestantes
En el judaísmo
El judaísmo, al menos inicialmente, creía en sheol, que se describe como una existencia sombría a la cual todos eran enviados tras la muerte. El Sheol pudo haber sido poco más que una metáfora poética de la muerte, de la ausencia de vida, y no se refiere a una vida después de la muerte. En el Antiguo Testamento no se amenaza a los pecadores con ninguna vida de sufrimiento después de la muerte.
En el islam
El islam prevé el Juicio Final para todos los creyentes, como el cristianismo, y las referencias al fuego del infierno abundan en el Corán. Durante la vida, los ángeles escribanos, uno a cada lado (el de la derecha anota las buenas acciones, mientras el de la izquierda anota las malas) anotan las acciones de los hombres, y éstos serán juzgados de acuerdo con esos libros. El puente Sirat, delgado como un cabello, debe ser atravesado por los que se dirijan al Paraíso, y aquel que caiga irá a parar a las llamas del infierno. En cuanto a la estructura del infierno islámico, el libro más descriptivo es Las mil y una noches. En la Noche 493, este libro habla de un edificio de siete pisos, separados uno de otro por «una distancia de mil años». El primero es el único que se describe. Está destinado a los que murieron sin arrepentirse de sus pecados y en él hay montañas de fuego, con ciudades de fuego, las que a su vez contienen castillos de fuego, los cuales tienen casas de fuego, y éstas tienen lechos de fuego en los que se practican las torturas, todo en número de setenta mil.

Hinduismo y budismo
El hinduismo y el budismo creen en el infierno, aunque sólo como escenario transitorio en el ciclo de reencarnaciones. El hinduismo cree en 21 infiernos en los que se pueden reencarnar los que han cometido faltas mortales. El Bhagavad Guitá (incluido en el poema épico sánscrito Majábharata, dice: «El infierno tiene tres puertas: la lujuria, la cólera y la avaricia». Y en él caen «los hombres de naturaleza demoníaca» hasta ser aniquilados. El budismo reelaboró la doctrina hinduista y su ortodoxia prevé esferas infernales en las que pueden reencarnar los mortales agobiados por un mal karma (deudas vitales, elecciones incorrectas...): la esfera de los espíritus torturados por el hambre y la de los demonios en lucha. El Reino de los Narakas es el infierno budista.

Antiguo Egipto
Duat el inframundo de la mitología egipcia, el lugar donde se celebraba el juicio de Osiris, y donde el espíritu del difunto debía deambular, sorteando malignos seres y otros peligros.
Antigua Grecia
Averno era el nombre antiguo que se le daba, tanto por griegos como romanos, a un cráter cerca de Cumas, Campania. Se creía que era la entrada al inframundo, a los infiernos. Según el escritor griego Diodoro de Sicilia, el Averno sería un lago oscuro e inmenso. Los griegos creyeron que las almas de los muertos permanecían en el Hades, al que se llegaba después de atravesar la laguna Estigia. Allí no sufrían otro tormento que el de su exilio y separación de sus seres queridos. Algunos podían mostrarse arrepentidos de sus faltas, como lo imagina Homero, en su poema Odisea que hace descender a su héroe al Hades. Odiseo habla allí con sus camaradas muertos en la guerra de Troya y con su propia madre

Mitologia Nordica
En la antigua mitología nórdica, existía un mundo tenebroso para las almas de aquellos a los que no se les concedía entrar al Valhalla. Sólo los mejores guerreros eran llevados a esa casa techada con escudos de oro. Los que no iban allí, eran entregados a Hel, diosa del mundo subterráneo. Voluspá, una de las eddas (poemas mitológicos de los antiguos escandinavos) menciona que en el reino de Hel el lobo destroza los cadáveres de los asesinos, los perjuros y los que sedujeron mujeres de otros
Civilización Mexica
Los aztecas creían que todos los muertos iban al Mictlán, lugar neutral que se encontraba muy al norte. Era conocido también como el lugar de las flores blancas, siempre estaba oscuro y en ellos residían los dioses de la muerte, en especial Mictlantecuhtli y su esposa Mictlantecihuatl, que literalmente significa ‘señor y señora del mictlan’. Se tardaba cuatro años en llegar al mictlan y debían superarse difíciles pruebas, como pasar una sierra donde las montañas chocaban entre sí, un campo donde el viento tiene cuchillas que rasgan la piel, y un río de sangre con fieros jaguares. El mictlan significa ‘lugar entre los muertos’, del náhuatl miclti, que significa ‘muerto’, y tlan (contracción de titlan) que significa ‘entre’.

Así que ya saben crean en lo que crean, de donde ejerce su religión, el infierno existe! ya sea aquí entre nosotros, en nuestras cabezas  o en el mas allá, la mejor forma para evitarlo es portarse bien consigo mismo.  

30 de octubre de 2011

Niños Adoptados por la Madre Naturaleza Part. 1



Se han preguntado que si nosotros como raza humana pudiéramos vivir en el habitad y forma de un animal salvaje como si fuéramos ellos?, estos son algunos casos que han pasado y registrado en la historia, niños que fueron de algún modo sobrevivido como animales salvajes; estos son Los Niños Salvajes. 

LA NIÑA ESQUIMAL DE LA CAMPIÑA DE SOGNY 

En septiembre de 1731, una niña de entre 8 y 10 años de edad, llegó al poblado de Sogny, cerca de Chalons-sur-Mame, en plena Campaña francesa. Estaba descalza, vestida con trapos y pieles de animales y con una calabaza a modo de sombrero. En una bolsa llevaba un palo y un cuchillo inscritos con caracteres indescifrables. Chillaba y chirriaba, estaba tan sucia (o posiblemente pintada) que la confundieron con un niño negro. Sacó el garrote y el cuchillo de su bolsa y con ellos logró matar al perro que un campesino lanzó contra ella luego de encaramarse en un árbol. Hubo que tentarla con un pescado crudo para hacer que bajara.



Tras su captura la llamaron “la niña esquimal” por sus rasgos peculiares (tenía ojos orientales y la piel cobriza), y porque al aprender a hablar contó que la habían traído a la Campaña, en compañía de una niña “de piel negra”, desde un lugar en donde había unos grandes animales marinos que comían peces. Recordó haber cruzado el mar en dos ocasiones. La niña esquimal había matado a la niña de piel negra durante una pelea: le rompió el cráneo con su garrote. Dijo que siempre iban desnudas hasta que una mujer desconocida las recogió y les dio ropa. Pero tras la muerte de su compañera, la muchacha decidió huir. Todo ese proceso había durado unos dos años.

La niña se alimentaba de los animales que podía atrapar (pájaros, ranas y pescados). Los comía crudos. También engullía las raíces y algunas ramas y hojas de los árboles. Cuando le dieron un conejo, ella lo peló y devoró inmediatamente. El cambio en los hábitos alimenticios hizo que perdiera todos sus dientes y que se enfermara con frecuencia.

Cuando la reina de Polonia, la madre de la reina de Francia, pasó por Champagne en 1737 para tomar posesión del ducado de Lorena, oyó hablar de la muchacha y la llevó de cacería, donde ella atrapó y mató conejos.





El famoso científico Charles Marie de la Condamine, describió sus manos: “Sus dedos y particularmente sus pulgares, eran extraordinariamente grandes…”. Ella decía que había utilizado sus pulgares para extraer raíces y para mecerse de árbol en árbol como un mono. Ella era una corredora muy rápida y tenía una fenomenal vista aguda.

Cuando pasó el interés por la niña fue ingresada en un convento parisino, en donde terminó el resto de sus días. Trabajaba haciendo flores artificiales y obtuvo algo de dinero contando sus memorias (escritas por Madame Hecquet). A su muerte fue enterrada bajo el nombre de Marie-Angelique Memmie LeBlanc.


VICTOR DE FRANCIA (EL NIÑO SALVAJE DE L´ AVEYRON) 


El 18 de Enero de 1800, un niño desnudo, con la cara y las manos llenas de cicatrices, apareció en las afueras de Saint-Sernin en la escasamente poblada provincia de Aveyron en la parte sur central de Francia. El chico, que sólo medía 4 pies y medio de estatura (1.35 mts. aprox.) pero aparentaba tener 12 años, había sido visto varias veces durante los dos años y medio anteriores, trepando los árboles, corriendo en cuatro pies, bebiendo en los arroyos y buscando afanosamente bellotas y raíces. Había sido capturado dos veces, pero había escapado. Entonces, en el frío invierno de 1799-1800, comenzó a aparecer en las granjas en busca de alimento.
Cuando el muchacho de ojos oscuros llegó a Saint-Sernin, no habló ni respondió para hacerse entender, pero reaccionaba de inmediato ante el sonido de las ramas al quebrarse o ante el ladrido de los perros. Rechazaba los alimentos cocidos, prefería las patatas crudas que lanzaba al fuego y recuperaba rápidamente con sus manos desnudas, devorándolas cuando todavía quemaban. Como un animal acostumbrado a vivir en la selva, el chico parecía insensible al frío y al calor extremos, y rasgaba la ropa que la gente trataba de ponerle. Parecía evidente que había perdido a sus padres desde muy pequeño o lo habían abandonado, pero de esto hacía tanto tiempo que era imposible saberlo. Durante un tiempo, el muchacho apareció como un fenómeno intelectual y social, cuando una nueva perspectiva científica estaba comenzando a remplazar la especulación mística.

Después de la observación inicial, el muchacho, a quien se le llamo Víctor, fue enviado a una escuela para niños sordomudos en París. Allí, quedó a cargo de Jean-Marc-Gaspard Itard, un médico de 26 años, interesado en la naciente ciencia de la «medicina mental» o psiquiatría. El muchacho era, escribió Itard, «un niño desagradablemente sucio... que mordía y rasguñaba a quienes se le acercaban, que no demostraba ningún afecto por quienes lo cuidaban, y quien era, en síntesis, indiferente a todo lo atento a nada» 
Algunos observadores concluyeron que era un «idiota», incapaz de aprender. Empero, Itard creyó que el desarrollo de Víctor se había limitado por el aislamiento y que tan sólo necesitaba que se le enseñaran las destrezas que los niños en la sociedad civilizada normalmente adquirían a través de la vida diaria. Itard llevó a Víctor a su casa y durante los siguientes cinco años, gradualmente lo «domesticó». Itard despertó primero la habilidad de su propio pupilo para discriminar la experiencia a través de un entrenamiento esmerado y paulatino a las respuestas emocionales así como a la instrucción en moral, comportamiento social, lenguaje y pensamiento.

Los métodos que Itard utilizó, con base a los principios de imitación, condicionamiento y modificación del comportamiento, los cuales lo posicionaron a la vanguardia de su época y lo llevaron a inventar muchos mecanismos de enseñanza que aún se utilizan. De hecho, Itard depuró las técnicas que había usado con Víctor, convirtiéndose en un pionero de la educación especial. El chico logró un progreso notorio: aprendió los nombres de muchos objetos y pudo leer y escribir frases simples, expresar deseos, seguir órdenes e intercambiar ideas. Demostró afecto, especialmente hacia el ama de casa de Itard, la señora Guérin, al igual que emociones de orgullo, vergüenza, remordimiento y deseo de complacer
Sin embargo, aparte de algunos sonidos vocálicos y consonánticos, nunca aprendió a hablar, Además, se mantenía totalmente centrado en sus necesidades y deseos y, como lo admitió Itard en su informe final, nunca pareció perder su vivo anhelo “por la libertad del campo abierto y su indiferencia a la mayoría de los placeres de la vida social
Cuando el estudio concluyó, Víctor  - que ya no fue capaz de valerse por sí mismo, como lo había hecho en la selva – se fue a vivir con la señora Guérin que, además de otros profesores asignados para continuar su educación,  recibía una remuneración del Ministerio del Interior por cuidarlo, cerca de veinte años más, hasta su muerte en 1828 cuando tenía alrededor de 40 años. Un informe elaborado por alguien que vio a Víctor hacia 1815 no reseñaba ninguna mejora de su situación


NIÑO LOBO DE HESSE 

Uno de los “niños salvajes” más grandes fue Jean de Liege, encontrado en una fecha no determinada del siglo XVII, en la ciudad de Lieja, a la edad de 21 años. Es el último espécimen mencionado por Linneo. Sir Kenelm Digby, uno de los fundadores de la Royal Society, contó su historia en 1644. Digby entrevistó a quienes lo llegaron a conocer.
Durante las guerras religiosas La familia de Jean huyó al bosque cuando su aldea fue atacada. El niño tenía unos cinco años. Cuando los atacantes se retiraron y los aldeanos pudieron regresar se dieron cuenta que habían olvidado a Jean. El niño permaneció en el bosque casi 16 años.
Digby dice que Jean tenía los sentidos muy agudizados. Podía oler “frutas o raíces sanas” a gran distancia. Cuando finalmente lo capturaron a la edad de unos 21 años, estaba desnudo,“todo cubierto de pelo”, e incapaz de hablar. En la sociedad humana, aprendió hablar, sin perder su agudo sentido del olfato.

NIÑO OSO DE LITUANIA 

Entre 1661 y 1694 aparecieron en Lituania tres niños- oso. El primero, citado por Linneo, rehusaba vestir ropas. Fue encontrado por cazadores viviendo entre un grupo de osos. Los cazadores lo atraparon a pesar de su resistencia: los mordió y araño. Fue llevado a Varsovia, Polonia en donde se le bautizo con el nombre de Joseph. Ahí se le presento al rey de Polonia quien lo dejo a cargo del vice chambelán de Posnan, con quien pudo adquirir un vocabulario limitado.